26.5.16

Del "si tiene huevos" al "no hay medida de fuerza"


Iván Schargrodsky decía ayer en el programa de Víctor Hugo Morales por C5N que el gobierno habría enviado "emisarios" a hablar con los sindicalistas Antonio Caló y Hugo Moyano y supuestamente los habría "apretado" con "activar ciertas causas judiciales" si no bajaban los decibeles de las declaraciones o insistían con la idea de realizar un paro general a causa del veto de Mauricio Macri a la ley antidespidos aprobada con amplia mayoría en el Congreso pocas horas antes.
También circularon informaciones o versiones de que el gobierno les habría ofrecido a los sindicatos el manejo de fondos de las obras sociales por 28 millones de pesos...

Cualquiera haya sido la razón (si es que no fueron ambas a la vez) un huidizo Caló y un nervioso y agresivo Moyano confirmaron ante los periodistas que los esperaban después de la reunión entre las centrales obreras que no va a haber ningún paro general, a lo sumo "en algún momento", una marcha...
Del "que Macri vete la ley si tiene huevos" de Pablo Moyano llegamos casi sin escalas al "No hay medida de fuerza" que dijo escuetamente Antonio Caló para retirarse rápidamente por supuestos compromisos familiares...


Por miedo a que al mejor estilo mafia, el gobierno comience a revolver antiguos "chanchullos" de los gordos, porque se les prometió el suculento botín de las obras sociales o por cualquier otro mezquino interés personal, los trabajadores quedaron otra vez completamente en manos del "mercado" y sin nadie que encabece la defensa de su trabajo y de sus intereses, para lo cual supuestamente se eligió a esta dirigencia...

Este tipo de dirigentes (salvo honrosas excepciones) ya sabemos que se mueven para defender sus propios intereses y solamente cuando están seguros de que no hay posibilidades de represalia alguna que los afecte personalmente. Ya se vio esto en muchas ocasiones, como durante la dictadura o el menemato, por ejemplo...
Parece que el círculo vuelve a cerrarse de la misma manera, salvo que las bases hagan sentir su presión. Es la única manera de romper la inercia de estos acomodados personajes. 
El axioma de Carlos Heller, "la profundidad del ajuste depende de la capacidad de reacción de los ajustados" se podría adaptar y aplicar a este tema... 

"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)