19.12.15

Del Bicentenario al Centenario, pasando por Guinea Ecuatorial...


Vivimos días de cambios, como indica el slogan del partido en el gobierno. Pero son cambios turbulentos y me animo a decir, dramáticos. No son los cambios que lograron instalar en el imaginario de muchos de sus votantes. Y digo que fue en el imaginario porque nunca explicaron claramente a qué se referían. Sólo eran ambigüedades y frases hechas que evidentemente consiguieron el objetivo de llevar a Mauricio Macri al gobierno. Su historia y las historias de sus "colaboradores" nos daban la pista de lo que podría ser un gobierno como este, sin embargo la mayoría prefirió quedarse con eso que imaginaron que sería el cambio. Los responsables de ese "cambio" no quisieron explicarlo al conjunto del pueblo argentino (sí, en cambio, lo explicaron muy bien en los foros del poder económico) y aquellos que lo votaron no supieron definir ese "cambio" pero quisieron creer que sería para mejorar. Al menos para cambiar los "modos" o las "formas". Jamás pensaron en lo central, el "fondo". Les incomodaba demasiado pensar esto último y prefirieron apoltronarse en la frivolidad del cambio "sin fondo"...

Las cartas más importantes ya han sido echadas en apenas una semana de gobierno y de pronto despertamos un día sabiendo o sintiendo que a partir de entonces éramos todos más pobres. O no todos, a decir verdad. Sólo las grandes mayorías, como siempre sucede con el neoliberalismo, por otra parte...

Pero como una de las palabritas mágicas que se pusieron de moda ahora es "sinceramiento", pues vamos a tratar de "sincerar" lo que en realidad acaba de pasar y nos seguirá pasando por los próximos años si es que lo permitimos...
Como Axel Kicillof dijo, "si no entendés lo que los economistas te están diciendo, es porque te están mintiendo". Por eso viene muy bien la contratapa de hoy del querido Adrián Paenza en Página 12.

En este pequeño párrafo ya deja mucho más claras las cosas: "Supongamos que al comienzo de esta semana usted tenía 10 pesos. Con esos 10 pesos usted podía comprar UN dólar. Si el dólar se cotiza ahora a 14 pesos por unidad, con los MISMOS 10 pesos que usted tenía, ahora ya no puede “acceder” al dólar al que tenía acceso hace unas horas. No. Ahora puede comprar 0,71428571... Es decir, “perdió” casi 29 centavos de dólar en la operación"

Así aprendemos de Adrián que quienes poseían dólares antes de aquel anuncio del prolijo y simpático Prat Gay (o que tenían bienes a la espera de traducirlos en dólares) obtuvieron de la noche a la mañana una ganancia del orden del 40%, mientras que todos aquellos que dependemos de ingresos en moneda nacional perdimos en el mismo acto un 30% de nuestro poder adquisitivo.

Sabiendo esto, sabemos que los que más perdieron en este asunto son los asalariados. Los trabajadores en su totalidad, sean obreros, empleados o cuentapropistas y tengan la categoría que tuvieren. Todos aquellos que dependemos de ingresos en pesos, perdimos ese 30%...

Entonces, ¿quienes son los máximos ganadores?¿Quienes son los que fueron más beneficiados con este cambio drástico de la política económica argentina? Sin ninguna duda que fueron los agroexportadores. Esos mismos que le negaron al gobierno anterior la liquidación de la cosecha a la espera de esto que sucedió ahora. No sabían quién ganaría la elección, por eso la idea primaria era tratar de ahogar al kirchnerismo con la intensión de obligarlo a devaluar. Pero ganó el macrismo y le hizo la vida mucho más fácil y más afortunada de lo que quizás ellos mismos hubieran imaginado. Para ellos estas serán las fiestas de fin de año más felices de sus vidas. Se les habrá hecho realidad "la revolución de la alegría" que como pastor evangélico pregonó Mauricio Macri durante su campaña electoral...

Para colmo, estos señores que guardan desde hace meses verdaderas fortunas en sus silobolsas, no son productores (o no lo son básicamente). Ellos compran la producción de cientos, de miles de pequeños y medianos productores que necesitan liquidez para poder vivir y solventar sus gastos. Y con todo ese volúmen de granos (dólares) almacenados, se dedican a especular y a presionar.

Imaginemos que en esos silobolsas hay un total de unos 12 mil millones de dólares (algunos decían que había 8 mil millones y otros daban cifras mayores, hasta 14 mil millones). Evidentemente no es lo mismo liquidar esos granos al valor que tenía antes del 10 de diciembre de unos $9,80 por dólar, que a los $ 14 de hoy. La diferencia que han hecho solamente con esconder la cosecha de otros trabajadores y esperar es descomunal...
Y a pesar de que además se le rebajó el 5 % de las retenciones a la soja y se eliminó dicha retención para el resto de los granos, no están conformes. No han liquidado la cantidad que se comprometieron con este nuevo gobierno. Están esperando a que el dólar llegue al menos a $ 15 la unidad.

Todo esto nos indica mucho más claramente que lo que hubo aquí no fue un "sinceramiento" de nada, sino que fue simple y llanamente un robo. Una brutal transferencia de riqueza de un sector absolutamente mayoritario hacia otro absolutamente minoritario, básicamente unos 1.500 especuladores de granos.

Podemos encontrar otra mirada sobre los efectos del mismo suceso, por ejemplo en éste sitio web británico.

El artículo que allí podemos leer, comienza así: "Los argentinos se despertaron el jueves más ricos que los polacos, los chilenos y los húngaros. A la hora de dormir no sólo eran más pobres que los tres anteriores, sino también más pobres que los mexicanos, los costarricenses y la buena gente de Guinea Ecuatorial."
"La caída del país en el ránking mundial por el PBI per cápita (medido en términos de dólares, por lo menos) fue el resultado de la caída del peso en un 29 % frente al dólar después de que Mauricio Macri, el presidente recién elegido, levantó los controles de capital (Cepo)."

Más adelante dice el mismo artículo: "El FMI previó que Argentina se posicionaría en el lugar 53 en 2015, con su PIB per cápita de 13.428 anuales, apenas por detrás de Letonia, pero por delante de la vecina Chile, así como de los países de renta media similares de Polonia y Hungría.
Ahora, con un PIB per cápita de tan sólo 9.534 dólares (producto de la devaluación del peso), Argentina se ha retrasado al puesto 64, por detrás de este trío (Chile, Polonia y Hungría), así como de Guinea Ecuatorial, Líbano, Costa Rica, Malasia y México."

Y concluye el análisis diciendo que "La devaluación del peso es un trago amargo para los hogares argentinos que mantenían sus ahorros en pesos y para las multinacionales que habían informado los saldos de caja en pesos al tipo de cambio oficial de divulgación de información financiera", dice Bill Adams, economista internacional senior de PNC Financial Services Group.
"Con el tiempo, un tipo de cambio más valorado competitivamente debe ser positivo para el crecimiento económico de Argentina, así como para los primeros socios comerciales como Brasil. Pero en 2016, un período potencialmente doloroso de ajuste es posible ".

Ahora podemos saber quiénes son los máximos ganadores por la movida Macri/Prat Gay (que no son los únicos, desde ya) y también podemos tomar consciencia de quienes somos los perdedores y cuánto dolor nos producirá la "revolución de la alegría" de los ricos y de los especuladores.

Pero como también sabemos o imaginamos, esto recién empieza...

Dicen que "saber es poder", salvo que la falta de memoria sea una enfermedad endémica. Atemos una cinta en el dedo anular para no olvidar y vayamos por el "poder" porque de lo contrario estaremos convalidando un vertiginoso viaje de regreso en el tiempo desde el Bicentenario al Centenario...



"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)