21.3.10

Consenso (Por Santiago Niño Becerra)


¿Se acuerdan del ‘Talante’?, ¿y de la ‘Coherencia’?. Había que tener talante y había que actuar con coherencia. (No piensen en nadie en concreto porque todos los Presidentes del Gobierno se han movido por ese campo, la diferencia radica en que algunos lo decían: ‘ían’: pasado: ya no lo dicen). Esto viene a cuento del (deseable / necesario / imprescindible) ‘Consenso’.

En el fondo es más de lo mismo: como se tiene talante se actúa con coherencia a fin de buscar el consenso, pero ese consenso, ¿se busca como principio o lo impone quien tiene poder para hacerlo?, en otras palabras: ¿es preciso que haya consenso o no hay más remedio que lo haya?.

Cuentan, dicen, aseguran, que los fondos esos que especulan han formado parte del grupo de culpables de la situación en que se halla la economía mundial. El talante, parece ser, era acabar con su descontrol y efecto dañino que causaban, luego la coherencia llevaba a regularlos efectivamente, y por eso, y sin que nadie vociferase en exceso, el Presidente de Turno de la UE en ese sentido se manifestó hace un mes. Pero, como dice el refrán, ‘Una cosa es lo que se quiere y otra lo que se tiene’.

El pasado Martes 16, el Señor Rodriguez Zapatero recibió una llamada y la regulación de esos fondos malasombra fue quitada del orden de día de las reuniones que la Comisión va a tener la próxima semana; una llamada: da igual de quien fuese: un poder movió ficha y otro poder menor retiró la suya, para buscar el consenso, naturalmente.

Mi lectura última: los fondos esos que hacen ese tipo de cosas y que generan inestabilidad aún son necesarios, aún tienen que llevar a cabo un par de jugadas más, aún tienen que hacer dos o tres movimientos más, macrojugadas y megamovimientos, naturalmente; ¿por qué?, pues porque aún nos hallamos en el modelo ‘viejo’.

El modo de hacer las cosas que ya se halla agotado y en cuya precrisis nos encontramos se caracterizaba por varias cosas, entre ellas esos fondos especulativos de altísimo riesgo: eran la ficha de 10.000 dólares del Sands y, a la vez, el lubricante de alta densidad que permitía que ciertos engranajes del modelo pudieran girar. Gracias a ellos ‘la economía funcionaba’, porque, seamos claros: ¿quién maldecía contra esos fondos cuando ‘el mundo iba bien’?.

Ahora ya han dejado de ser necesarios, y útiles, porque las cosas van a hacerse de otra manera: porque van a tener que hacerse de otra manera: porque las cosas van a hacerse de otra manera en la que ya no va a tener sentido que masas de capital ultraapalancadas especulen con elementos estructurados intertemporales con una existencia limitada a una pantalla y a un servidor; no van a tener sentido, pero aún tienen que cumplir un par de misiones, las últimas, de ahí la llamada; y de ahí la respuesta: raudamente la propuesta, buscando el máximo consenso, fue retirada; sin presiones, ¡naturalmente!: no son necesarias: las personas son inteligentes y saben perfectamente lo que tienen que hacer, cuando tienen que hacerlo y como tienen que hacerlo.

¿El talante y la coherencia?, muy bien, pero si la Tierra dejó de estar en el centro del Universo, ¿por qué no puede cambiarse el timing de un objetivo?, sobre todo si es para alcanzar el ‘máximo consenso’.

(Lo que suelo decir: cambio de tema, ¿o no?. Dominique Strauss-Kahn, el director del FMI, ha manifestado que pueden producirse disturbios sociales. Lo ha justificado acudiendo a dos realidades: la falta de expectativas de una ciudadanía que no percibe que acabe de arrancar la recuperación, y a la no definitiva concreción de unos instrumentos que garanticen fehacientemente que una situación como la actual no volverá a producirse.

Para mí lo auténticamente importante, lo verdaderamente crucial es que el big boss de una de las principales instituciones planetarias haya dicho que pueden producirse disturbios sociales, es decir, que la paz social va a dejar de estar garantizada, en resumen que lo que viene va a provocar revueltas sociales.

La justificación se aprecia pobre: si, como también dijo, la recuperación ya está en marcha, ¿por qué estos teóricos problemas sociales?: pregunta retórica: voy a responderme: pues porque, pienso, tal recuperación es de pizarrín, asistida y de autoconvencimiento, y lo peor está por llegar y el desempleo va a aumentar, lo que equivale a decir que el estándar de vida de eso-hasta-ahora-denominado-clase-media se va a reducir.

Revueltas sociales: nadie va a volver a tomar ningún palacio de Invierno: ya no está de moda hacer esas cosas, pero si que es esperable un crecimiento del malestar social, manifestado de diversas maneras, pero malestar al fin y al cabo producido por una degradación en las condiciones de vida de la mayoría.

Ha sido la primera vez: el director del FMI, en el Parlamento Europeo: disturbios sociales. Apúntenlo en el calendario: se hablará más de esto.

¿Creen que he cambiado de tema?).

(Me impresionó el titular, mucho, mucho, de verdad: “Euro Drops on Greece Bailout Concerns” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=acmJ2IXsHAUk&pos=1)

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Fuente: La Carta de la Bolsa
"Una pulga no puede picar a una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista" (Libertad, amiga de Mafalda)